Música Renacentista

Wednesday, February 12, 2014

VISITA AL PLANETARIO ALFA Y ANÁLISIS DE ESCULTURA


Se realizó una visita cultura al museo del planetario Alfa, en el cual se acudió a una exposición de artefactos prehispánicos provenientes de Mesoamérica. Después de ver todas las obras y artefactos, se decidió hacer un análisis de una escultura que nos llamó la atención, el se presenta más adelante.
















































Cilindro portaincensario 
Cultura maya 
Periodo Clásico tardío 400-800 d. C. 
Arcilla rojiza 92 x 37 x 30 cm.

La metodología más conveniente a usar para realizar el análisis sería la fusión de ambas la histórica con la crítica, ya que al tratarse de una escultura del mundo prehispánico, con significado teológico, convendría saber de dónde viene para saber por qué es como es. 

La figura fue hecha entre los años 400-800 d.C. por la cultura del sur de mesoamérica, los mayas, y tiene como propósito el de un incensario, con el cual se hacían rituales y eventualmente, se enterraba a los difuntos. Está pieza representa al diós maya de la energía solar, K’inich ahua, el cual podía representar el día, la noche, la vida o la muerte. Entender la manera de vivir de los mayas le da la importancia a la figura que analizamos. Se sabe, pues, que debido al tiempo que data y la cultura autora de esta obra, la vida se basaba fuertemente en la religión para sus funciones diarias, por ello los antiguos mayas tenían dioses para distintas cosas, los cuales eran animados y tenían poderes duales, positivos y negativos. Es dentro de este contexto donde se crea esta figura de arcilla rojiza, haciendo que su valor sea grande debido al uso que tenía la escultura dentro de las ceremonias religiosas.


Para comenzar el análisis de la figura en sí, se debe dividir en distintas partes, sabiendo que en teoría la figura presenta un balance de su lado derecho e izquierdo, pero que por factores como el tiempo y el clima, algunos detelles se han ido deteriorando. Así, la escultura resulta armoniosa a los ojos del expectador, pues crea en sí balance. Comenzando por la parte inferior de la escultura, se encuentra la cara del diós K’inich ahua , sobre la cual se encuentran dos máscaras, las cuales, según los historiadores, estas representan espíritus enmascarados que conectan los tres niveles del mundo. A los lados, se encuentran figuras que exaltan la importancia de las caras centrales, apoyandolas tanto con significados religiosos como con valores artísticos. Es así como, a través de la abundancia, estas figuras logran resaltar la poca abundancia de elementos presentes en el centro de la escultura. La textura de la escultura es aquella similar a la de una piedra, lógico al saber que la figura está hecha de arcilla, y además presenta distintas dimensiones y profundidas, las cuales se presentan en el plano del fondo, resaltando distintas figuras (como sería el caso de los adornos alrededor de las máscaras o las máscaras mismas) o haciendo incluso concavidades. Estas dimensiones crean además sombras que ayudan con la sensación de profundidad en la escultura.

No comments:

Post a Comment