El
renacimiento es el periodo histórico en el cual el hombre despertó de vivir en
la oscuridad, de manera literaria, fue el momento en la historia en el cual el
hombre se cuestionó el por qué de las cosas, por ende, creó nuevas corrientes
filosóficas que afectaron la manera de vivir y percibir la vida, así como
también afectaron las maneras de crear el arte. La primera de las obras que se
pretende analizar es la obra literaria llamada “Lamporecchio” del Decamerón, de Giovanni Boccaccio, escrita en Italia durante los años 1351 a 1353. La
segunda obra a analizar es la escultura llamada “La Piedad del Vaticano”,
esculpida por Miguel Ángel para la Iglesia Católica entre los años 1498 y 1499.
El propósito del texto es comparar ambos textos y relacionarlos con su forma de
contribuir a la construcción del concepto de lo “humano” durante el
renacimiento.
La
obra literaria, “Lamporecchio”, habla de la historia de un muchacho que al irse
a trabajar a un convento de monjas cae, junto con las mismas, en la tentación
del pecado, teniendo relaciones con todas las monjas del convento de manera
secreta. Este presenta los valores y errores del mismo ser humano, relacionando
los mismos con la religión, pues toda la historia es desarrollada dentro de un
convento al mismo tiempo que los pecados son realizados por las religiosas del
mismo. De esta manera, el escrito presenta el concepto de “lo humano”
mostrando los errores y debilidades del
hombre aun cuando este se encuentre en situaciones de procedencia religiosa,
dando a entender que el hombre es propenso a caer y la religión no puede
salvarlo completamente de caer en el pecado, al mismo tiempo que niega la
religión como lo más importante de época. “La Piedad del Vaticano” presenta
algo similar. Esta escultura muestra la imagen de la virgen María sosteniendo
el cuerpo, semidesnudo y muerto, de Jesús cuando este es bajado de la cruz,
formando parte de la creación del concepto de “lo humano” a través de la
perfección lograda en la obra y el cuerpo poco cubierto de Jesús. Este es otro
concepto del Renacimiento, la perfección, mediante el cual Miguel Ángel
esculpió los cuerpos de Jesús y María de la manera más realista posible,
mostrando los defectos de ambos cuerpos, transmitiendo la tristeza y el dolor
en el rostro de maría, así como la delicadez del cuerpo de Jesús y de las telas
sobra las que está cubierto y descansa. Así, la escultura muestra “lo humano” a
través del cuerpo real del hombre, al mismo tiempo que relaciona a este con
ideas de la religión católica, pues, al igual que el “Lamporecchio”, mezcla lo
humano con un contexto religioso.
Mediante
el análisis de estas obras, se puede observar que el pensamiento durante el Renacimiento
se enfoca en lo humano, colocando al hombre, y sus defectos y características
realistas, en el centro de las obras, mientras que la religión, aunque sigue
formando parte de las ideas y de la vida cotidiana, es dejada a un lado y
utilizada únicamente como un apoyo de la idea lo humano. Vemos, así, como ambos
artistas proyectan lo bueno o lo malo del hombre, mostrando por un lado su
perfección física y por el otro sus errores y debilidades al caer en la
tentación. Estas ideas abrieron paso a los conceptos que tenemos hoy en día
como lo humano, mostrando, por un lado, lo normal que era el caer en la
tentación y como, a diferencia de ser un escándalo, eso debería ser tomado como
si fuese un problema común entre la humanidad. También mostraron que el físico
del hombre no era siempre perfecto, sino que inclusive el cuerpo de Jesús al
bajar de la cruz, muestra los posibles defectos que se encuentran en la vida
real en los cuerpos humanos, permitiendo la tolerancia de lo imperfecto, de lo
humano.
Ambas
obras son de gran importancia para su tiempo, pues mostraron los ideales
pretendidos en el Renacimiento de manera pública, ayudando de esta manera a que
las corrientes del pensamiento fueran extendidas de mayor forma posible. Se
pudo observar como ambas obras presentaron a través de su genero las ideas que
se crearon del concepto de “lo humano”, ya sea a través de la descripción
escrita de este o la descripción física. Personalmente me causaron gran interés
ambas obras, pues, mientras que la historia del Decamerón me causó emoción al
estarla leyendo, la escultura de “La Piedad” cautivó mi atención a través del
realismo corporal logrado.


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